Los niños exploraron los limones utilizando el sentido del tacto, el olfato, la vista y el gusto. Primero se colocó la fruta en una bolsa de papel para que la palparan con las manos y adivinaran lo que era. A continuación, se cortó por la mitad (fuera de la vista) y se volvió a colocar en la bolsa para que los niños la olieran mientras seguían preguntando qué había en ella. Después de descubrir el limón, los niños hicieron dibujos de observación de la fruta. También probaron el limón exprimiendo su parte en un vaso y bebiendo un poco de zumo, y luego añadiendo agua y un poco de azúcar para hacer limonada. Se creó una encuesta y los niños votaron sobre cómo les gustaba más el limón: Zumo de limón natural o limonada.